Somos una empresa de turismo activo. Realizamos rutas a caballo, paseos en pony, clases de equitación, pupilajes en semi libertad... El objetivo principal de esta hípica es la felicidad de nuestros caballos y transmitir a todo el mundo el amor y respeto por estos bellos animales. Con nuestra filosofía, free life, buscamos el bienestar de nuestros caballos ofreciéndoles una vida en manada, con suficiente espacio para correr y con la mejor y más natural alimentación, disponible las 24 horas.
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¿Cómo elegiruna hípica?
Desde la Hípica Castillo de Loarre queremos promover que los propios clientes exijan a sus escuelas el correcto cuidado de los caballos y ponis para clases. Esperamos que estos "tips" puedan ayudar a aquellas personas, que están comenzando en este mundo, a la hora de buscar un buen sitio a dónde ir a montar.
Se les debería permitir "ser caballos", teniéndolos sueltos en cercados, por lo menos parte del día, para que se puedan mover y revolcar, además de relacionarse y jugar con otros caballos.
Tener los caballos en estado de semi libertad ayuda a que estén más relajados, pero sobre todo a su equilibrio y estabilidad emocional, y este es un aspecto fundamental cuando van a tratar con alumnos que están aprendiendo.
La calidad de vida de un caballo, bajo nuestro punto de vista, se basa fundamentalmente en su alimentación y su habitat. Permanecer estabulado o en semi libertad y las horas de trabajo, son aspectos fundamentales a tener en cuenta.
Un caballo o poni destinado a clases de equitación debe disfrutar de una buena alimentación. Lo ideal sería tenerlos pastando, pero como esto no es posible en muchos casos, debido a la ubicación geográfica de cada hípica, tenemos que intentar que su vida se asemeje lo más posible a ese estado. Estos animales deberían comer durante todo el día pequeñas cantidades de forraje (paja o heno), y complementarlo con dos o tres raciones de pienso al día.
Los animales de la hípica deben verse sanos, y un buen indicador de ello es un buen pelo, incluso brillante. No deben verse delgados. Que se les puedan contar las costillas es un indicador de mala nutrición y, sobre todo, deben verse contentos.
Las horas de trabajo de cada caballo o poni deben adecuarse a su edad, a su estado físico y también al psicológico. No pueden convertirse en animales explotados que trabajan sin descanso, clase tras clase, durante todo el día.